El Sant Jordi de García Marquez… o el de Random House.

Random House no pierde el tiempo y a menos de una semana de la muerte de García Marquez, pone en las mesas de Sant Jordi 200.000 ejemplares del autor colombiano. 100.000 nuevas ediciones y 100.000 ejemplares que han rescatado de los almacenes.  Por otra parte, como es tradicional, el 50% de las ventas serán para los libros en catalán (gran parte de ellos libros infantil, por supuesto). Así que editores que no tenéis(mos) ni a García Marquez ni libro en catalán, veremos que pasa.

Otro nicho que se ha ido haciendo espacio en los escaparates los últimos meses, son las memorias de los políticos que han estado en el poder en los últimos años. ZP, Aznar, Felipe, Bono, etc… han estado presentes en las estanterías de las librerías, y hoy lo están en todas las paradas de las calles de Catalunya. Si unimos a estos últimos los libros acerca de la situación política que se vive en mi tierra, el independentismo, los libros de los futbolistas (con sus negros incluidos), y la avalancha de libros de cocina producidos por masteres chefs y compañía, veremos lo que queda para el resto de autores que con tanta ilusión y esperanza afrontan esta jornada. No podemos olvidar que en un solo día se concentra un alto porcentaje de las ventas de libros en Catalunya (no me arriesgo a dar cifras), y esta oportunidad no puede desaprovecharse por parte de un sector que ha visto como mes tras mes su cuenta de resultados baja cada vez más.

No obstante, esta lectura, que solo hacemos los que estamos en este mundillo, al público no le interesa. El público irá con las cosas claras o sin nada definido, en este último caso es en el que algunos esperan pescar algo.

Yo por mi parte espero disfrutar del día, salir a pasear, echar un vistazo a las librerías, y comprar unos libros. Por qué si ya lo hago de forma habitual, ¿Por qué no hacerlo hoy también? Eso si, para no perder la costumbre, lo haré en una de las librerías de Valls, nuestra ciudad.

Feliz día de Sant Jordi. Sobre todo será feliz para el señor Random, digo yo.