Desconfío de las listas

¡Desconfío de las listas!

En esta última entrada del año quería despedirme con una última y breve reflexión.

Desconfío de las listas que desde primeros de diciembre ofrecen los medios de comunicación, publicitando (nunca mejor dicho), los mejores libros (o discos) del año.

Cuando un medio de comunicación depende, en gran medida, de la publicidad que recibe, tiendo a desconfiar de sus recomendaciones y a las pruebas me remito.

Hace ya 13 años que llevo en el mundo de la edición, como editor, publisher o productor. A lo largo de este tiempo he realizado presentaciones, campañas, giras, promociones y todo tipo de acciones comerciales para que el público supiera lo que mes a mes publicábamos.

Recuerdo que en los primeros años, cuando salía una novedad especial para nosotros, dedicábamos ejemplares para prensa, y los mandábamos a diferentes medios. Algunos especializados en las temáticas que publicábamos, y otros a los suplementos culturales de los medios más especializados.

Viendo que era muy complicado salir en los grandes medios, nos pusimos en contacto con ellos para ver, sobre todo, cual era el funcionamiento adecuado para que los ejemplares llegaran a las personas adecuadas. La respuesta fue que para garantizar eso, teníamos que hablar primero con un comercial y poner un anuncio en dicho suplemento. Que con ese paso previo teníamos garantizada la crítica del libro, y si cabía la recomendación.

Creo que tanto los medios como las editoriales tenemos que buscar las estrategias más efectivas para salir adelante, ser viables y rentables. Y eso pasa por gestionar bien nuestros productos y recursos. Por lo tanto no crítico la práctica de los medios, en este caso los grandes. Pero me permitirán que desconfíe de sus recomendaciones, que sospecho, han llegado a la mesa adecuada previa inserción publicitaria.

Dicho esto, las mejores recomendaciones son las de libreros, editores amigos, y lectores que como mi amigo Javier Jiménez, de Fórcola, no dudan en recomendarme los mejores libros, independientemente de la editorial que los publique, porque aman la lectura por encima de todo.

Dicho esto, te deseo una muy Feliz Navidad y un 2015 lleno de alegrías, bendiciones y buenos libros.